rock and rooll

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jueves, 26 de junio de 2008

MÚSICA REPETIDA

Revisando mis cachureos musicales, especialmente de los años 80, me encontré con un cassette del grupo de rock Español Barón Rojo. Este encuentro me trajo a la memoria un tema que me gustaba mucho, que se llama “Son como Hormigas”.

Para situarlos cronológicamente les cuento que esta canción fue escrita y publicada el año 1982, cuando el Socialista Felipe González era primer ministro Español, y su letra es extrañamente parecida a lo que sucede hoy en Chile, casi 26 años después. La coincidencia, ambos países dirigidos por Socialistas.

Sin más demora paso a compartir la letra con Uds., y si tienen oportunidad de escucharla sería mucho mejor.


Son Como Hormigas
[J. L. Campuzano-C. Cortés-A. de C.]

Son ya las ocho.
El ruido en mi calle es infernal
perforan la acera
por cuarta vez ó por quinta ya.

Son como hormigas.
Que buscan comida sin cesar.
La rompen, la cierran
mañana otra vez vuelta a empezar.

Comienza un nuevo día en mi ciudad.
Tendré que levantarme sin descansar.
El autobús no llega, estoy fatal.
El metro viene lleno tendré que andar.
¿Cuándo los gobernantes
funcionarán de un modo racional?

Ellos
que se pasaron media vida
en la universidad.

Cuándo el gobierno
te manda una carta, has de temblar.
Señor ciudadano
tiene que pagar un poco más

Mañana pagará por su aparcamiento
pasado pagará por cualquier invento.
No te perdonan ni una, viene la grúa
la fórmula para ellos siempre es multar.

¿Cuándo
recibiremos alguna buena nueva del poder?
¿Cuándo?
Creo que nunca, pues desde siempre
nos tocó perder.

Y si protestas
te acusarán de antisocial
joven melenudo
acate usted la autoridad
pues de lo contrario........
ya sabe muy bien a dónde irá.

¿Cuándo
recibiremos alguna buenanueva del poder?
¿Cuándo? Creo que nunca,
puesdesde siempre nos tocó perder.

viernes, 13 de junio de 2008

Y LA CLASE MEDIA SIGUE OLVIDADA

Amigos, aquí les entrego otra carta enviada por una ciudadana a un matutino de circulación nacional y que relata su experiencia como otra integrante de la Clase Media Chilena que sigue siendo golpeada por la Concertación.




Pura clase media

Sé que muchas personas están en mi situa­ción y se sienten can desamparadas por su patria como yo. Me gustaría saber en qué categoría estoy situada en la sociedad. Hace dos años me diagnosticaron cáncer; afortunadamente tenía Isapre y un trabajo estable. Pero me despidie­ron, Encontré al tiempo después otro trabajo, en el que me pagan la mitad de lo que ganaba, Por mi enfermedad preexistente no me puedo cambiar a Fonasa, ya que perdería todos los be­neficios y debo sólo aceptar el alza de precio. No me puedo inscribir en el programa "Chile son­ríe" porque tengo Isapre; no me puedo inscribir en el programa de la vivienda para allegados (vi­vo con mis padres, a mis 27 años), porque no soy madre soltera. Debo trabajar horas extras sin pago, para mantener el trabajo, y tener el sueño de ser contratada directamente y no estar más subcontratada y así poder tener un sueldo decente, ¿Hasta cuándo tanta miseria?

Valeria Aracena

lunes, 9 de junio de 2008

DEVUÉLVANME LA PLATA

Dándole vueltas varias veces al famoso impuesto específico a los combustibles, me encontré teniendo que enviar mi auto al taller, ya que gracias a las estupendas calles de mi ciudad el sistema de amortiguación sufrió daños que me obligaron a efectuar urgentemente el arreglo de varias de las partes que componen el sistema mencionado.

En esta parte, y al saber los costos que ello me va a implicar, me comencé a preguntar quien me va a devolver el costo de esta reparación; claro, aunque suene ingenuo de mi parte, por un momento quise creer en cada una de las palabras de nuestra Presidenta y su ministro Andrés Velasco.

Tomando en cuenta que ya existe un impuesto con el que se supone pagamos las reparaciones de las calles, que existen gran cantidad de calles concesionadas en las cuales debemos pagar cada vez que circulamos por ellas y finalmente el pago del permiso de circulación, supuse que alguien, en alguna parte del aparato estatal, debería estar preparando el cheque con la devolución de lo que voy a tener que gastar por el hecho de volver a mi auto a su estado normal de operación.

En esta parte me acordé que la Clase Media Chilena no recibe ninguna ayuda del estado y en particular de los Gobiernos de la Concertación, así es que me tengo que resignar a pagar en varias cuotas el arreglo para poder volver a disfrutar de mi cacharrito comprado con mucho esfuerzo.

Ahora se con mayor razón que es lo que se siente estar pagando por algo que nunca se va a recibir, puesto que con todo lo que los ciudadanos cancelamos por concepto del uso de las calles de nuestro país, los hoyos, baches o “eventos” siguen igual y peor y nadie hace nada por remediarlo.

jueves, 5 de junio de 2008

UN NUEVO APORTE EN UN DIARIO

En mi constante búsqueda de opiniones y comentarios, siempre es posible encontrar que los ciudadanos comunes y corrientes, en muchas oportunidades, tienen visiones más agudas y certeras que muchos políticos, o quizás a través de un medio escrito no tienen ningún temor a expresarla.

Quero compartir con Uds. la siguiente carta enviada a un matutino de cinrculación nacional, que bajo la mirada de su autor, me atrevo a decir que tenemos la misma visión, esa que nos lleva a concluir que en las actuales condiciones y con las autoridades que hoy nos rigen, no tenemos ninguna posibilidad de anticiparnos a ningún problema, y por el contrario, estamos condenados a sufrir los colapsos permanentes por las indecisiones del gobierno y el aparato político.


Jueves 05 de Junio de 2008

Síndrome de colapso
Señor Director:

Nuestro país, “all ways surprising”, ha inventado un sistema para abordar los desafíos a los cuales se enfrenta que, en síntesis, consiste en no darles solución por anticipado, sino que atacarlos una vez que se han producido. Esto, que podría parecer absurdo en países desarrollados, nos permite medir al detalle los recursos necesarios a emplear ante una catástrofe sin quedar cortos, lo que tendría un efecto negativo ante la opinión pública, ni con el tejo pasado, lo que evita despilfarros en el caso de un país que debe optimizar sus recursos.

Un ejemplo paradigmático de aplicación de la teoría del colapso es el aeropuerto internacional de Santiago. Las aerolíneas, especialmente LAN, han advertido a las autoridades que es hora de tomar medidas, ya que el flujo de tráfico aéreo a la fecha estaría alcanzando el proyectado para 2013. Pero esto no ha escapado a las autoridades, y un síntoma claro es el cierre de Cerrillos, pues más de alguien podría haber caído en la tentación de derivar a ese aeropuerto el tráfico nacional, lo que habría producido una grave distorsión a la teoría del colapso. Evitado este riesgo, ahora hay que esperar a pie firme que Arturo Merino Benítez colapse para dimensionar con precisión la magnitud de la inversión que habría que hacer para solucionar el problema, sin dejarse arrastrar por el pánico.

Otro ejemplo de la consistencia de esta política es la salida sur del túnel bajo el cerro San Cristóbal a través de Pedro de Valdivia Norte, que empezará a funcionar en un par de meses más. Fieles a la praxis, no estará hecho el ensanche de Av. El Cerro, ni el puente sobre el Mapocho, ni los enlaces con Costanera Norte y el puente Lo Saldes, obras que se contratarán una vez que se hayan realizado las encuestas de destino entre los automovilistas atrapados en los tacos.

Podríamos citar también la catástrofe de Chaitén, que servirá para impulsar la unión por tierra entre Puerto Montt y Punta Arenas. ¿Con qué certeza podríamos haber trazado el camino antes de dicha erupción?.

¿Y el Transantiago? El 10 de febrero de 2007, nosotros mismos generamos el colapso, para así empezar de cero a diseñar el sistema mediante el método de prueba y error, y de esta manera estamos invirtiendo los recursos estrictamente necesarios para llegar a ofrecer un servicio de excelencia.

¿Y la matriz energética? Ante el albur de elegir entre los recursos hídricos, las plantas nucleares, el gas argentino o la energía solar, eólica o geotérmica, y elegir mal, ¿no es mejor que el colapso nos muestre el camino? ¿Y qué hay con el crecimiento y la inflación, la educación, la criminalidad y la droga, la marginalidad y el centralismo? En fin… A cada día su propio afán.

CHRISTIAN DE GROOTE
Arquitecto

martes, 3 de junio de 2008

IMPUESTOS

Sin duda alguna el tema de los impuestos es hoy uno de los más candentes en la realidad nacional. El más famoso y polémico de todos es el específico de los combustibles. El origen del impuesto a los combustibles se explica como una forma de ayudar a reparar caminos después del terremoto de 1985. Hoy toda esa realidad es casi 100% diferente, puesto que muchas de las carreteras a nivel nacional e importantes vías al interior de la ciudad de Santiago están licitadas y pasar por ellas implica un pago por parte de los automovilistas; por otra parte, cada dueño de vehículo motorizado cancela anualmente un permiso de circulación, que le autoriza a transitar por las calles de las ciudades y con esos fondos se puede reparar los daños que sufren las vías por efectos del uso.

Como se puede observar, las fuentes de financiamiento para la reparación de las calles y carreteras ya están prácticamente aseguradas por muchos años.

Por otra parte, el famoso impuesto específico, que no fue derogado en el momento de haberse extinguido el motivo de su implantación, pasó a formar parte del fondo con que cuenta el estado para los diferentes fines, entre los cuales están el financiamiento de la salud, de la pobreza, etc.

Puede que todo esto sea lícito, pero ¿Es ético tomar un impuesto que tenía un objetivo específico y emplearlo en otro fin, sin mayor explicación para los contribuyentes?

A mi parecer esto no esta bien, y lo quiero ejemplificar de la siguiente forma.

Supongamos que Ud. o yo contratamos un servicio, por ejemplo de telefonía celular con la empresa A (emplearé estos nombres para no aludir a ninguna); pasado un tiempo el proveedor deja de prestar el servicio debido a que ha cambiado de giro empresarial; Como es de suponer, todo los clientes esperarán que los cobros también terminen, ya que el servicio contratado no se va a prestar nunca más; sin embargo la empresa A, nos comunica que aunque ya no prestará servicio, nos seguirá cobrando por el resto de nuestra vida por ejemplo el cargo fijo, ya que según ellos, ese cargo pasó a constituirse como estructural para la empresa A por lo que ellos ya tienen empleados esos fondos en otras actividades, pese a que los usuarios ya no podrán usar sus celulares.

Para agravar más la situación, Ud, tendrá que contratar un nuevo servicio, ya que necesita poder comunicarse por celular, de manera que tendrá que pagar por los servicios de la empresa B; en resumen, le paga a A, pese no recibir ningún servicio, y más encima le tiene que pagar a B.

Pareciera simplón el ejemplo, pero en resumidas cuentas eso es lo que ha pasado con el famoso impuesto específico a los combustibles, es decir, pagamos por un servicio que no se presta y para poder bloquear cualquier intento de la ciudadanía, se nos dice que con esos fondos se pagan muchos gastos sociales; si los políticos modificaron la legislación permitiendo que todos los impuestos entraran a un fondo común, ¿Quién me asegura que esos fondos efectivamente van en ayuda social?, ¿Quién me asegura que esa plata no ha sido usada para otros fines…por ejemplo para cosas como el YO PIENSO PPD?.

En este tema de los impuestos existen verdaderos apóstoles en todo el espectro político, quienes argumentan que los impuestos son sagrados, que por nada del mundo se pueden tocar. Yo creo que esto es una falacia en si misma y lo único que demuestra es que es mucho más fácil dejar las cosas como están y no tomar ninguna medida más arriesgada e innovadora.

Lo anterior lo fundamento con el siguiente ejemplo: las autoridades, policías y diversas agrupaciones hacen gárgaras y colocan los ojos en blanco cuando se comentan las cifras de muertos en accidentes de tránsito y lo que eso le cuesta al país. Si le cuesta tanto al país, ¿porqué de una vez por todas no se elimina o se rebaja en forma importante los impuestos a los accesorios de seguridad en los vehículos?, ¿porqué el vehículo estándar que se vende en Chile, ese que bordea los 5 millones, viene prácticamente pelado, y para adquirir uno con los equipos adecuados, se deben desembolsar 1 o 2 millones extras?. No es paradójico que se quiera evitar el gasto multimillonario generado por los accidentes gravando con impuestos los accesorios de seguridad para los vehículos y sus usuarios.

Si mencionamos el tema de la justicia en la carga impositiva, habría tema para escribir un largo artículo.

En resumen, yo creo que nadie esta diciendo que se bajen los impuestos en forma desmedida, pero de alguna forma las autoridades deben velar porque los impuestos no se constituyan en verdaderas leyes de la tabla de los mandamientos, y por el contrario sean herramientas que emplee una sociedad para buscar el financiamiento de su estado, con justicia, prudencia y OPORTUNIDAD.