Un país lleno de revueltas, promesas incumplidas, decisiones equivocadas, funcionarios públicos corruptos, una ciudad que lleva sitiada al menos una semana por trabajadores en huelga, etc…tal y como en los mejores años de la UP, esa es la actual realidad de nuestro país.
A Bachelet no le ha servido de nada tener por segundo año el presupuesto más grande en la historia de Chile; su porfía, su ignorancia y la parcialidad con que adopta sus decisiones, nos tiene en una situación de alzas y carestías, baja producción, y una molestia en diversos sectores ya que ven que las promesas no se cumplen.
En este minuto de manifestaciones, protestas y desordenes, en que Carabineros actúa como la última línea de defensa entre los vándalos y la ciudadanía, cabe recordar como la Bachelet dio un público tirón de orejas a todo Carabineros, por cadena nacional a raíz de un problema sucedido entre algunos periodistas y funcionarios de dicha Institución, es decir una alharaca inmensa por un hecho menor; lo irónico es que el mismo cuerpo policial que evita que nuestro país se convierta en un hecatombe social por culpa de la Concertación, haya sido públicamente atacado y denostado por quien debería agradecerles por lo que hacen, es decir, la presidenta Bachelet.
No hay la más mínima esperanza que la situación mejore, ya que está en la epidermis de la Concertación, y en especial del ala progresista de ella, actuar como lo están haciendo, demostrando una nula preocupación por la eficiencia y en cambio persisten obstinadamente por privilegiar el cuoteo político, el nepotismo y cuanta forma de acomodo político existe, a sabiendas que la situación de nuestro país exige en estos momentos decisiones importantes en relación a los muchos problemas que la quejan.
A Bachelet no le ha servido de nada tener por segundo año el presupuesto más grande en la historia de Chile; su porfía, su ignorancia y la parcialidad con que adopta sus decisiones, nos tiene en una situación de alzas y carestías, baja producción, y una molestia en diversos sectores ya que ven que las promesas no se cumplen.
En este minuto de manifestaciones, protestas y desordenes, en que Carabineros actúa como la última línea de defensa entre los vándalos y la ciudadanía, cabe recordar como la Bachelet dio un público tirón de orejas a todo Carabineros, por cadena nacional a raíz de un problema sucedido entre algunos periodistas y funcionarios de dicha Institución, es decir una alharaca inmensa por un hecho menor; lo irónico es que el mismo cuerpo policial que evita que nuestro país se convierta en un hecatombe social por culpa de la Concertación, haya sido públicamente atacado y denostado por quien debería agradecerles por lo que hacen, es decir, la presidenta Bachelet.
No hay la más mínima esperanza que la situación mejore, ya que está en la epidermis de la Concertación, y en especial del ala progresista de ella, actuar como lo están haciendo, demostrando una nula preocupación por la eficiencia y en cambio persisten obstinadamente por privilegiar el cuoteo político, el nepotismo y cuanta forma de acomodo político existe, a sabiendas que la situación de nuestro país exige en estos momentos decisiones importantes en relación a los muchos problemas que la quejan.