En momentos en que el mundo observa expectante la posible entrega de secuestrados por parte de las FARC, cuesta entender como un grupo guerrillero ha logrado mantener a un país tan importante como Colombia bajo el yugo de la violencia terrorista por tanto tiempo.
Las historia reciente de Chile muestra que desde 1999 existe un serio movimiento de carácter terrorista, aparentemente conformado por mapuches, y que hace de las suyas en la región de la Araucanía, sin que hasta la fecha se haya logrado llevar a la justicia a sus cabecillas. Los delitos que han cometido van desde los incendios de predios hasta el ataque con armas de fuego a vehículos repletos de turistas.
La labor del estado para terminar con estos grupos ha sido derechamente pobre y la acción de las policías ha resultado ineficiente. La policía de Investigaciones, como sucedía antaño, ha retomado su perfil de cuerpo al servicio del régimen gobernante y como resulta políticamente incorrecto ejercer la acción de la ley contra las etnias llamadas originarias, esta Institución ha quedado de manos atadas; por otra parte Carabineros, cuerpo policial de excelencia y prestigio en Chile, ha sufrido la permanente presión por parte del Gobierno Socialista, lo que se ha traducido en sanciones y bajas a muchos de sus efectivos cada vez que intentan hacer cumplir la Ley; muestra de lo anterior son los asesinatos a mansalva que han ocurrido durante el 2007, como resultado de la total falta de respeto de parte de la ciudadanía hacia estos servidores públicos. Aún esta en la memoria de muchos Chilenos cuando el entonces Presidente Lagos descabezó el alto mando de esta Institución con el objeto de poner al mando de esta policía a uno de los regalones del progresismo, el General Cienfuegos.
Vistos lo hechos relatados y tomando la triste experiencia de lo vivido por Colombia, no se puede entender como una coalición Gobernante, por mas de 17 años, no ha sido lo suficientemente corajuda como para hacer cumplir la ley, que se supone es igual y pareja para todos los Chilenos, sin importar su raza, sexo o condición.
Como se han dado las cosas en Chile es muy seguro que haya que esperar que los terroristas asesinen a alguna persona para que recién este Gobierno y la justicia hagan lo que tienen que hacer, ni más ni menos que eso.
Las historia reciente de Chile muestra que desde 1999 existe un serio movimiento de carácter terrorista, aparentemente conformado por mapuches, y que hace de las suyas en la región de la Araucanía, sin que hasta la fecha se haya logrado llevar a la justicia a sus cabecillas. Los delitos que han cometido van desde los incendios de predios hasta el ataque con armas de fuego a vehículos repletos de turistas.
La labor del estado para terminar con estos grupos ha sido derechamente pobre y la acción de las policías ha resultado ineficiente. La policía de Investigaciones, como sucedía antaño, ha retomado su perfil de cuerpo al servicio del régimen gobernante y como resulta políticamente incorrecto ejercer la acción de la ley contra las etnias llamadas originarias, esta Institución ha quedado de manos atadas; por otra parte Carabineros, cuerpo policial de excelencia y prestigio en Chile, ha sufrido la permanente presión por parte del Gobierno Socialista, lo que se ha traducido en sanciones y bajas a muchos de sus efectivos cada vez que intentan hacer cumplir la Ley; muestra de lo anterior son los asesinatos a mansalva que han ocurrido durante el 2007, como resultado de la total falta de respeto de parte de la ciudadanía hacia estos servidores públicos. Aún esta en la memoria de muchos Chilenos cuando el entonces Presidente Lagos descabezó el alto mando de esta Institución con el objeto de poner al mando de esta policía a uno de los regalones del progresismo, el General Cienfuegos.
Vistos lo hechos relatados y tomando la triste experiencia de lo vivido por Colombia, no se puede entender como una coalición Gobernante, por mas de 17 años, no ha sido lo suficientemente corajuda como para hacer cumplir la ley, que se supone es igual y pareja para todos los Chilenos, sin importar su raza, sexo o condición.
Como se han dado las cosas en Chile es muy seguro que haya que esperar que los terroristas asesinen a alguna persona para que recién este Gobierno y la justicia hagan lo que tienen que hacer, ni más ni menos que eso.